Una noche de locos
Después de mi charla con Claire decidí ir a dar una vuelta por el hotel, en la playa vi una cala preciosa y allí pasé la mayor parte de la tarde pensando en cómo doblegar a Isabela, me encantaba como nunca antes me ha encantado una chica, si no hubiese sufrido antes por amor seguramente ella sería mi pareja. Pero ahora yo ya no soy lo que era, por culpa de Victoria cambié y eso ahora no se podía modificar.
A las diez o
así me cambié de ropa y bajé a tomar algo con Jared y los demás y por esta vez
dejar a un lado las chicas. Cuando vi a todos junto al bar de la piscina
estaban diciéndole a Claire que no bebiese ya que si no tenía problemas y ahí
fue cuando yo decidí hablar.
-No te
preocupes hermanito yo me encargo de ella, ¿verdad?-dije acercándome a ella-
-No necesito
guardaespaldas, se cuidarme sola-dijo separándose de mi-
-Lo que tú
digas-dije marchándome a otro sitio, no era momento de hablar nada-
La noche
siguió avanzando y por lo visto Claire no escuchó a nadie, ya que estaba
bailando de forma realmente sexy sobre una barra y más de uno se le empezaba a
acercar, decidí intervenir, nadie la tocaría esa noche.
Bailé con
ella hasta que terminó besándome con urgencia, seguramente no sabía que era yo,
me tomó de la mano y me llevó al ascensor, cuando este se cerró me empujó
contra la pared y me devoró la boca yo no le negué ese contacto, asique de
forma urgente le comí la boca y di besos y lametones en su cuello y hombros, me
estaba encendiendo y mucho.
A
trompicones la llevé a nuestra habitación yo con mi camisa desabrochada por
ella y no pude evitar quitar su camiseta y besar y acariciar sus senos por
encima de su sujetador.
Claire me
quitó los pantalones y los bóxer antes de lanzarme en la cama, mientras yo le
quitaba el sujetador y el resto de ropa que quedaba, Claire era realmente
hermosa.
Cuando menos
lo esperé mi miembro estaba siendo acariciado por las manos y boca de Claire,
antes de penetrarla ella gimió un nombre de chico que no conocía, lo que hizo
que me detuviese, me vistiese con urgencia y rabia y fuese a la habitación de
al lado para quitarme el calentón, y que manera de quitármelo.
Cuando
desperté por la mañana enredado en las sábanas de una cama que no era mía, me
descolocó bastante, además de que tenía un dolor de cabeza horrible, la ducha
se oía a la perfección y como mi amigo estaba despierto decidí darle lo que
quería, asique esa chica y yo tuvimos sexo bastante duro en la ducha y ahora me
alegraba de no haber llegado hasta el final con Claire, ella no merecía tener
su primera vez de esa forma, yo quería que nuestra… bueno que su primera vez no
la olvidase jamás.
Me vestí y
después de comprarme una camisa nueva bajé a desayunar con los demás, Claire
aún no había bajado, seguramente estaría asustada por lo que ocurrió anoche,
cuando no pasó nada en realidad.
Cuando al
fin apareció llevaba unas gafas de sol puestas y algo tapándose el cuello donde
la noche anterior le hice un chupetón.
Después de
enterarse que fui yo quien la llevó a la habitación y demás, salió corriendo
del bar, yo decidí seguirla. Tenía la intención de decirle que no pasó nada,
pero sus insultos y su cachetada me echo para atrás, aunque mis palabras
también tuvieron que ver en ello.
Después de
eso salió llorando del baño seguida por mí y después su hermano la paró para
ver qué pasaba, mirándome de forma matadora, yo solo me encogí de hombros.
Les comenté
por encima una pequeña mentira y después de un rato apareció Claire con una
maleta diciendo que volvía a Miami, yo sonreí aunque eso significase que mi
jugada había salido completamente mal.
Los
siguientes días los pasé con los chicos y por las noches iba a la habitación de
al lado para disfrutar de la noche, hasta que antes de hacer una semana, le
propuse a la chica de montarnos un trío con una de las limpiadoras que estaba
realmente bien, Mía, que era como se llamaba la chica de la habitación, era
bisexual por lo que le encantó la idea y seguro a la rubia tetona le gustaría
también.
Cuando Heidi
entró a limpiar le propusimos nuestra idea y ella aceptó.
Mía abrió
una de sus maletas y sacó unas bragas con un consolador pegado a ellas,
lubricante, esposas y condones para tres meses.
Yo en un
principio miré como las dos se tocaban y gemían, como Mía con las bragas del
consolador penetraba de diferentes posturas a Heidi y las dos gritaban de
placer, yo mientras las veía me masturbaba, nunca había visto mi verga tan
hinchada y grande como ahora.
Ambas al
verme se relamieron y me tumbaron en la cama, me pusieron las esposas y
mientras una me cabalgaba de forma rápida, la otra ponía su sexo en mi boca
para que se lo mordiese y lamiese, mis dedos la penetraban con rapidez y cuando
menos lo esperé me dio el consolador al máximo para que se lo metiera de forma
rápida, hice lo que me pidió y los tres pronto llegamos al orgasmo.
Después de
eso, ellas me propusieron hacer algo nuevo para mí, tener sexo anal siendo yo
el que recibe las estocadas por una de las chicas, mientras yo penetraba de
forma fuerte la vagina de una de ellas.
Me echaron
lubricante en el ano y metieron varios dedos en el interior, mientras yo jugaba
con la punta de mi pene rozando el clítoris de Heidi, cuando Mía metió el
consolador en mi interior yo lo hice a la vez con Heidi y así los tres
empezamos un baile erótico acompañado por nuestros gemidos y choque de cuerpos
sudorosos. Antes de correrme y ya habiéndose corrido Heidi, tomé a Mía de la
cintura y la penetré hasta el fondo hasta que los dos juntos nos corrimos, era
la mejor experiencia que había tenido en mi vida.
Ya habían
pasado tres días desde que Claire se marchó, asique decidí ya que era de día,
volver a mi habitación para después de vestirme bajar a desayunar con los
chicos, pero me llevé una gran sorpresa cuando al entrar vi una maleta que
había visto antes, lo que quería decir que Claire había vuelto, bajé rápido
hasta el comedor y allí estaba ella saludando los chicos.
Después de
desayunar subimos a nuestras habitaciones para ponernos los bañadores y bajar a
la piscina, y fue en la habitación cuando intenté ducharme que Claire al fin me
habló.
-Sullivan
voy a dejarte algo muy claro, no quiero que te me acerques y menos aún que me
toques ¿entendido?
-Y ¿por qué
he de hacerlo?-dije acercándome a ella-
-Porque sino
tu familia recibirá esto en su casa-dijo lanzándome unas fotos bastante
comprometidas de varias chicas conmigo en escenas un poco subidas de tono,
estaban incluso las chicas con las que había tenido sexo esta semana aquí en el
hotel-
-¿Cómo…..?-empecé
algo acojonado la verdad, ya que si mi familia veía esto me matarían y a mis
padres les daría algo-
-Soy abogada
y tengo mis contactos asique anda con cuidado y como te dije aléjate de mí-
dijo dejándome solo en la habitación-
- Por cierto
esas son copias los carretes los tengo en otro sitio-dijo entrando otra vez en
la habitación y saliendo después de ella cerrando la puerta-
Ahora sí Brian
Sullivan estás perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario